La mayoría de nosotros hemos pasado noches de pesadillas y sueños desagradables: niños, mujeres, personas mayores, hombres, todos hemos tenido episodios desafortunados debido a los malos sueños.
Para Elena Miró, psicóloga especializada en el tema, las pesadillas “generan sensaciones de miedo intenso y despiertan al afectado cuando se encuentra en fase REM, que alude a la presencia de movimientos oculares rápidos. Esta fase del sueño se repite cada 90 ó 115 minutos, por lo que pueden darse varias pesadillas en una misma noche, aunque son más frecuentes hacia el amanecer”, explica Miró en un articulo de DMedicina.com.
Según la investigación de esta doctora, el problema de las pesadillas se agudiza cuando son reiterativas, cuando no puedes dormir sin que se presenten, al esto ocurrir ocasiona insomnio, perdida de la concentración y la energía, entre otras dificultades que impiden un descanso adecuado. En los niños esto puede ser mucho más grave, ya que podrían desear dormir con las luces encendidas para sentirse protegidos, lo que les generará gran inseguridad.
Miró asevera que las pesadillas también influyen de otro modo en la vida “real” de las personas, ya que a veces quienes las padecen pueden llegar a pensar que son algún tipo de “aviso” o “advertencia” que deben tomar en cuenta: “aparece una gran sensación de indefensión, ya que la única forma de escapar de las pesadillas es despertarse” recalca.
A ciencia cierta no se sabe cual es el origen de este trastorno del sueño, sin embargo el estrés y la ansiedad son dos grandes detonadores de estas situaciones: “las valoraciones terapéuticas de los afectados casi siempre dejan al descubierto algunos factores emocionales asociados a las pesadillas. También es posible que estén relacionadas con el síndrome de estrés postraumático, que se da en personas que han vivido acontecimientos traumáticos, como secuestros, violaciones, atentados terroristas o desastres naturales” afirma la especialista.
¿Qué podemos hacer?
En el caso de los adultos que sufren de pesadillas, pueden hacer algunas cosas para evitar que se les presenten:
-No tomar alcohol. Consumir un poco de licor antes de dormir, quizás ayude a hacerlo antes, pero cuando lo hagan podrían tener alguna pesadilla.
-No consumas estimulantes. El café, el té o las bebidas energéticas no son recomendables antes de dormir. Estas bebidas incrementan los nervios y la ansiedad, lo cual podría tener como resultado una pesadilla.
-Escribe sobre tu pesadilla. Puedes escribir lo que soñaste, para que puedas desahogarte, después podrías compartirlo con alguien para luego romper el papel. Puede funcionar de un modo terapéutico.
Otra técnica es la desarrollada por el experto en pesadillas Keath Hearne, llamada “Lucid Dreaming” (sueños lucidos), en la cual quien tiene un sueño negativo debe tratar de enfocarse mientras duerme en que su sueño no es real para de este modo no asustarse.
Fuente: Guioteca: www.guioteca.com
