Cuando estamos embarazadas, tenemos muchas incertidumbres y expectativas, la mayoría gira en torno a la salud del futuro miembro de la familia, por eso es importante conocer algunas implicaciones que se puedan presentar.
El sistema nervioso humano se desarrolla de una placa de células pequeña y especializada a lo largo de la espalda del embrión, creando el tubo neural que es un espacio estrecho que se cierra para formar el cerebro y la médula espinal. A medida que se va dando el desarrollo la parte superior se convierte en el cerebro y el resto en la medula espinal.
La espina bífida es un defecto congénito que ocurre cuando no se cierra la columna del feto durante el primer mes de embarazo, es un defecto del tubo neural que puede dañar los nervios y la médula espinal. Durante el embarazo se puede detectar este defecto, a través de ecografías y pruebas pre natales, sin embargo, a veces sólo se descubre después del nacimiento del bebé.
Existen cuatro formas de espina bífida a saber:
La oculta: Es la forma más común y se presenta cuando una o más vertebras están mal formadas, rara vez produce alguna incapacidad. De hecho es poco diagnosticada.
Los defectos del tubo neural cerrado: Esta forma consiste en diversos defectos espinales compuestos de grasas, huesos o membranas, la consecuencia más común de este tipo es la disfunción urinaria o intestinal.
El meningocele: Se produce cuando las meninges salen de la apertura espinal, es probable que también presente disfunción urinaria o intestinal.
El mielomeningocele: Es la más grave y se produce cuando la médula espinal esta expuesta a través de la apertura de la columna, dando como resultado parálisis parcial o completa de las extremidades inferiores. Además de las disfunciones en el aparato excretor, la parálisis puede ser tan grave que puede tener una inmovilidad que no le permita caminar.
Las secuelas de la espina bífida (sobre todo la del cuarto tipo) varían de persona a persona, la mayoría posee una inteligencia normal. En la mayoría de los casos necesitan dispositivos para caminar, como aparatos ortopédicos y muletas. En algunos casos, también se puede presentar problemas urinarios, intestinales e hidrocefalia que es una acumulación de líquido en el cerebro.
Se desconoce la causa exacta que genera esta condición que no es hereditaria. Algunos estudios han demostrado que se pueden reducir los riesgos si la mujer se prepara para la gestación alimentándose bien, tomando acido fólico y multivitamínicos
Fuente: www.nlm.nih.gov
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