Llega el momento de la pubertad y la adolescencia y con todos los cambios que tu cuerpo está experimentando, también comienzan a aparecer pepitas rojas, espinillas y puntos negros que se expanden por tu rostro y cuello y quizás en tu pecho y espalda. Esto es conocido como acné, una enfermedad extendida en todo el mundo que se pronuncia generalmente en la etapa de la adolescencia, por lo que se considera normal al momento del desarrollo de los jóvenes.
Esta enfermedad, contrario a muchas creencias erróneas, no aparece porque tengas la piel sucia o no tengas un buen aseo. La aparición de las molestas protuberancias, espinillas y puntos negros se debe a la actividad excesiva de las glándulas sebáceas y la acumulación de grasa, bacterias y células muertas que hacen que nuestros poros se inflamen.
Para una mejor compresión, es necesario que entiendas que tu piel, y la de todas las personas, está cubierta por agujeros que se llaman folículos, más conocidos como poros. Estos a su vez, contienen las glándulas sebáceas o aceitosas las cuales se encargan de producir sebo, un aceite natural que se encarga de hidratar y humedecer nuestra piel y cabello. Cuando nuestras glándulas sebáceas producen la cantidad adecuada de este aceite todo funciona de manera normal. Si por el contrario, nuestras glándulas producen grandes cantidades de sebo, y esto se une con las células muertas de nuestra piel y a los gérmenes a los que somos expuestos diariamente, se obstruyen nuestros poros.
En este momento es donde se produce el acné, el cual puede manifestarse de diversas maneras, si un poro está obstruido con los componentes antes nombrados puede aparecer una espinilla, si el poro se quiebra y permite que el sebo y las bacterias entren por debajo de la piel, se forman los comunes granos rojos. Si estos entran aún más profundo en nuestra piel se producen los quistes.
Con los avances en materia de medicina, muchos estudios han indicado que a pesar de no poder evitar su aparición, hay cosas que puedes hacer para prevenirlo al ser conocedor de los factores que detonan su aparición.
Uno de ellos es el maquillaje en exceso. Los cosméticos no comedogénicos son más indicados, sobre todo para las pieles grasas, pues estos no producen la obstrucción de los poros. En algunos casos también se conoce que cuando el cabello cae sobre nuestra frente puede favorecer a la aparición de granos.
Del mismo modo comer comidas grasosas o con mucho aceite como las frituras y no lavarse la cara antes de ir a la cama aumentan el riesgo de padecer de esta enfermedad.
Es importante que recuerdes también que no debes tocar tu rostro, aunque estas pepitas son molestas, puede que apretarte la cara hasta expulsarlas pueda parecer una solución, pero quizás al hacer esto estés empujando las bacterias a un lugar más profundo dentro de tu piel. Lo más indicado es que acudas a un experto que pueda proveerte los mejores consejos y tratamientos para lidiar con tu mal.
Fuente: http://kidshealth.org/teen/en_espanol/cuerpo/acne_esp.html
Fuente: Guioteca: www.guioteca.com