Durante toda mi vida viví muy triste, el constante bombardeo de la publicidad donde muestran mujeres bellas, esbeltas, con las medidas perfectas y admiradas por todos a su alrededor. Sumado a los comentarios negativos de mis familiares, compañeros de trabajos diciéndome lo gorda y descuidada que estaba hacían de cada día de mi vida algo muy difícil de sobrellevar.
Las personas piensan que quienes sufrimos de obesidad, estamos en esta condición por descuido, y es que hay muchas razones detrás de esta condición que se nos hace muy complicado manejar.
En mi caso personal, desde muy niña, asimilaba rápidamente todos los alimentos que consumía, y de adulta cuando ya tomé las riendas de mi vida y decidir comenzar a hacer cargo de mi salud y aspecto físico, me di cuenta que no iba a ser tan fácil deshacerme de muchas costumbres. Comencé por realizar un fuerte entrenamiento físico, con una alimentación balanceada, todo guiado por especialistas en ambas áreas, pero de igual forma no lograba ver resultados positivos, por más que me esforzaba.
Esta nueva situación comenzó a deteriorar aún más mi autoestima, no me sentía bonita, atractiva, sentía que no era llamativa para mi pareja lo que cada vez me debilitaba y me restaba fuerzas para continuar. Poco a poco comencé a aislarme de mis amigos y familiares, para no escuchar sus críticas hacia mi cuerpo.
Probé aparte de los ejercicios, las fajas, masajes reductores, cremas reductoras, algunos té y bebidas que me ofrecían perder grasa a través de la orina, incluso algunas veces dejé de comer porque me encontraba desesperada y necesitaba rápidamente cambiar mi aspecto, sentía que esto iba a terminar con mi vida.
Mi mejor amiga, consciente de mi desesperación, comenzó a ayudar a buscar opciones y encontró por internet un sistema llamado Venus, el mismo momento en que me envió la información yo comencé a investigar, estaba dispuesta a probarlo todo con tal de cambiar mi aspecto y mi vida.
En la información que encentré lo que más me impactó fue la cantidad de testimonios de mujeres que habían pasado por lo mismo que yo, y con este Sistema Venus habían logrado mejorar su figura y ahora contaban estar felices con los resultados, y pensé que, si ellas habían podido lograrlo, yo también podía.
Comencé el tratamiento y los resultados poco a poco se fueron dando, estaba feliz, en un corto periodo de un mes había podido obtener los resultados deseados. Mi autoestima comenzó a elevarse, recibía comentarios positivos de quienes me veían a diario, no sólo yo veía los cambios y los resultados, estaba feliz. El sistema Venus cambio mi vida, y los recomiendo ampliamente. Comienza tu cambio con “Sistema Venus“
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