Seguramente has escuchado en el trabajo frases como: “Estoy enfermo, hoy no puedo ir porque llevo dos horas vomitando” y por casualidad en la tarde encuentras a la persona que faltó en el cine. En las relaciones laborales abundan las mentiras, algunas triviales como esa para tomarse un día libre y otras más graves, es algo común, no necesariamente tiene que afectarte, sin embargo si alguien miente para perjudicarte puede ocasionarte gran estrés y muchos problemas.
Lo primero que debes hacer para manejar a los mentirosos es determinar de quien se trata, es decir, es tu jefe, tu compañero de oficina: “Determinar el tipo de relación que tienes con el mentiroso te ayuda a poner las cosas en perspectiva y tener una visión global de cómo proceder a continuación” afirman en la web Lenguaje Corporal.org.
De igual modo debes considerar si las mentiras de esta persona, realmente pueden dañarte: “Las repercusiones que tenga este mal hábito determinarán si debes o no actuar al respecto; y en todo caso, si debes pedir ayuda” refieren en dicho portal web.
Así mismo, si la persona que dice mentiras es muy exitoso, popular o tiene muchos contactos dentro de la empresa no será lo mismo si es uno más del montón. Así que fíjate en eso y actúa en consecuencia. Debes preguntarte si quieres descubrir a esa persona o no. ¿Quieres dejarlo en evidencia delante de todos o simplemente no te interesa hacer eso? Si sus mentiras no te involucran mejor no te metas en eso, ignorarlo es mejor solución: “Mas allá de la repercusión que tenga en tus metas profesionales, debes considerar qué es lo que te hace sentir el mitómano dentro de tu empresa y por qué. En ocasiones, no nos damos cuenta de que todos dentro de la empresa actúan más o menos de la misma manera (y nos hemos acostumbrado a ello), sin embargo esa persona en específico nos “cae mal“, y las mismas mentiras que dice todo el mundo, de ella nos parecen insoportables” afirman en Lenguaje Corporal.org.
Finalmente, toma en cuenta que en tu sitio de trabajo, lo más importante es mantener la salud mental y no vale la pena confrontar o molestarse por personas que no tienen ética. Existen casos de gente que por confrontar al mentiroso, se han visto envueltos en verdaderas guerras y problemas graves con estas personas. A veces la mejor respuesta ante la injusticia de una mentira es el silencio: “Reportar a un mentiroso es una espada de doble filo; te sorprenderías la cantidad de gerentes que te verían como un soplón, más que un empleado responsable. Para quienes realizan el reporte, la situación es casi tan delicada como para el mentiroso; tenlo muy en cuenta antes de actuar” afirman en el portal web Lenguaje Corporal.org.
Fuente: Guioteca: www.guioteca.com
