La ciencia de rodar, volar y rebotar

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La ciencia y el dinero están involucrados en todos los grandes inventos de la historia, desde la más imponente de las creaciones para vivir o desplazarse hasta los diminutos juguetes, como la pelota de fútbol. En torno a este artículo deportivo han girado las alegrías y tristezas de niños soñadores, jugadores profesionales y rabiosos fanáticos. Es por eso, que conocer su historia y evolución resulta tan interesante.

Un artículo publicado en el sitio web Guioteca (http://www.guioteca.com/futbol-internacional/la-pelota-de-futbol-medidas-oficiales-historia-y-la-evolucion-de-los-modelos/) detalla que la historia de este objeto redondo y juguetón se remonta a épocas muy antiguas, cuando distintas civilizaciones lo crearon y usaron como método de entretenimiento cotidiano. En cada sociedad, los modelos y materiales variaron. En la antigua China se elaboraba de cuero crudo, mientras que los griegos y los romanos usaron vejigas de animales infladas. El objetivo era encontrar la forma de diseñar el balón más redondo posible.

De todos los modelos inventados en esta período inicial, destaca el primer balón de caucho vulcanizado, que fue elaborado por Charles Goodyear, en 1836. Esta pelota era posiblemente la más esférica y la que menos movimientos impredecibles produciría, pero también fue la más dura y pesada. Pero, a pesar de todo, fue este el primer balón de fútbol tal como lo conocemos hoy.

Casi treinta años después, en 1863, se establecieron las primeras reglas de fútbol, que hasta ese momento se jugaba con el balón del señor Goodyear. Y al breve tiempo, en 1872, los organismos oficiales del balompié definieron que las pelotas reglamentarias debían tener, obligatoriamente, forma esférica. Su circunferencia podía variar entre 68,58 y 71,12 centímetros, con un diámetro entre 21.65 y 22.29 centímetros. El peso no debía ser menor a 368 gramos ni mayor a 425. Finalmente, la presión de inflado tenía que ir de 1,6 a 2,1 atmósferas.

Estas reglamentaciones impulsaron un cambio importante en los balones. Los primeros, que fueron diseñados a partir de láminas, modificaron su constitución que pasó a ser en forma de gajos. En ambos casos, los balones se cosían desde su interior y luego se realizaba el revestimiento exterior, dejando una especie de cierre que le quitaba el aspecto redondo, además de causar un fuerte dolor en los jugadores al impactar en sus cabezas.

En 1960 vinieron nuevas modificaciones. Las pelotas de fútbol comenzaron a ser manufacturadas con cuero sintético, lo que las hacía más duraderas y resistentes a la lluvia. Y de ahí en adelante los cambios fueron mínimos, hasta que en Alemania 2006 apareció el modelo “Teamgeist”, que en alemán significa “espíritu de equipo”. De este balón destaca su diseño perfectamente esférico, su configuración innovadora de 14 paneles (frente a los 32 de antaño), que hace que su superficie exterior sea completamente lisa y redonda, cualidad que agrega precisión al disparo y control del balón.

Fuente: Guioteca: www.guioteca.com